
Con el final del año 2025 a la vuelta de la esquina, llega la hora de planear el futuro y lo que debemos esperar en los próximos 12 meses. Especialmente cuando se trata de inversiones, es clave tener un plan sobre lo que esperamos de nuestro capital para poder ajustar nuestro presupuesto o ajustar objetivos si nos encontramos con obstáculos en el camino.
En esta entrada nos proponemos diseñar un plan de puntos que deberías considerar antes del comienzo del 2026 y cómo pensar en nuestra estrategia de inversión en un panorama cambiante.
El primer paso a tener en cuenta pasa por revisar nuestras posiciones de inversión y ajustarlas de acuerdo a lo que esperamos en el futuro. Por ello, si nuestro enfoque es la tecnología y tenemos confianza en que mantendrá el mismo curso que mantuvo en 2025, debemos asegurarnos de que nuestro portafolio mantenga posiciones en tecnología.
Al mismo tiempo, es clave repensar la diversificación de nuestras inversiones para evitar la sobreexposición a un sector o a una acción específica. Comprender que la diversificación en el único “almuerzo gratis” de las finanzas es la clave de las inversiones y ha sido el mensaje que por años grandes del mercado han compartido, incluyendo a Warren Buffett y Peter Lynch.
Este primer paso también nos sirve para deshacernos de posiciones negativas o con un desempeño mediocre, especialmente si se trata de una empresa que no muestra intenciones de cambiar o mejorar su estatus.
Particularmente, antes de 2026 debemos estudiar mercados que puedan ser impactados por la imposición de aranceles, comenzada por los Estados Unidos y ahora parte de las discusiones globales en países que también preparan sus medidas.
Si en 2025 algunas de nuestras acciones se revalorizaron mucho, es importante asegurarnos de que no nos encontramos sobreexpuestos y que otras posiciones mantienen un peso similar, de lo contrario, una pequeña caída en precios puede tambalear el valor total de nuestro portafolio y sorprendernos.
Un paso importante consiste en tomar acción y decisiones, incluyendo comprar y vender acciones que sean de nuestro interés. Esto implica vender parte de los activos que han subido demasiado para reducir su peso y comprar aquellos que han quedado rezagados pero que siguen siendo estratégicos.
Este es un buen momento para considerar cuánto de nuestro portafolio permanecerá en efectivo, acciones o bonos y ajustar para cumplir nuestro objetivo.
Para ello, debemos considerar los costos por transacción de nuestro bróker, el peso fiscal de nuestras posiciones si cerraron con ganancias y el panorama global de la economía.
También es un buen momento para limpiar el portafolio de posiciones pequeñas o redundantes que quedaron rezagadas sin una tesis clara. A veces, simplificar genera claridad y reduce costos. El objetivo no es operar más, sino operar mejor, con precisión quirúrgica y una comprensión total del impacto de cada movimiento.
No todo en un portafolio debe estar invertido. La liquidez es una parte fundamental de cualquier estrategia financiera, especialmente para quienes tienen metas concretas en el corto o mediano plazo.
Estar listo con efectivo es una de las estrategias ideales para invertir cuando la situación lo amerita. Por ello, es recomendable mantener reservas en nuestra cuenta, ya sea un depósito o dividendos que no invertimos.
La principal razón para preparar liquidez es evitar tener que vender inversiones bajo presión o en un mal momento de mercado. Si necesitas dinero en marzo y las acciones caen 10% en febrero, te ves obligado a realizar pérdidas innecesarias.
Estos meses también son un buen momento para revisar tu fondo de emergencia. Si durante el año tuviste aumentos de ingresos, nuevas responsabilidades o un cambio en tus gastos, quizás el fondo actual ya no cubre los meses suficientes.
Para cumplir objetivos a largo plazo es clave contar con disciplina. Eso significa que nuestro éxito o fracaso depende en gran medida de reglas que debemos poner y cumplir.
Por ello, considerar cuánto debemos depositar en nuestra cuenta de inversión, qué plazo considerar para nuestros depósitos y retiros, y cómo manejar nuestras inversiones son los primeros pasos a tener en cuenta.
Con brókers digitales ahora es fácil establecer depósitos automatizados periódicos, monitorear en tiempo real nuestras versiones y ver nuestro desempeño. Esto hace que sea más fácil establecer reglas a seguir, pero es importante que las cumplamos si deseamos disfrutar de sus resultados.
Una regla adicional en la que podemos pensar es la distribución de nuestro portafolio, incluyendo cuánto peso asignamos a una acción o a un sector. Esto nos permite saber qué parte de nuestras inversiones está funcionando y cuáles no lo están haciendo. A partir de allí, rebalancear o establecer límites puede ser la clave para terminar un año positivo.
Las reglas predefinidas reducen la influencia de las emociones, uno de los mayores enemigos del inversionista.
El final del año funciona como un momento de ritual para muchos, marca la llegada de un nuevo calendario y nos permite pensar en planes a futuro. Estas fechas son de utilidad para repasar lo que sucedió en los doce meses anteriores y mirar al futuro.
Un final de año bien ejecutado puede generar un punto de partida mucho más sólido para el año siguiente, reduciendo fricciones, evitando sorpresas y estableciendo reglas claras que mantengan el portafolio funcionando incluso cuando la volatilidad aparezca.
Si estás listo para preparar el nuevo año, descarga el checklist imprimible que preparamos en Folionet para comenzar el nuevo año estableciendo metas de inversión claras.